Había una vez una niña que se llamaba María. Vivía cerca del bosque y tenía que cruzarlo para ir a la ciudad. Un día María tenía que ir al colegio sola, le daba miedo pasar por él. Mientras caminaba vio una sombra, fue a investigar y descubrió que era una ardilla que hablaba.
Ardilla-¿Qué te pasa?
María- Me da miedo cruzar el bosque sola.
Ardilla- Si quieres te acompaño.
María- ¡Vale!, te lo agradezco.
Mientras caminaban, ellas hablaban tranquilas.
Ardilla- ¿Cómo te llamas?
María- María. ¿Y tú?
Ardilla- Saltarina.
María- Qué nombre más alegre.
Ardilla- Sí. Mira ya hemos llegado.
María- Si quieres puedes ser mi mascota y te presento a mis amigas.
Ardilla- ¡Vale! Me gustará conocer a más humanos como tú.
Llegaron al colegio y metió a la ardilla en la mochila. En el recreo se la enseñó a sus amigas. Al final de las clases se fue a su casa con la ardilla y ya no tuvo más miedo de ir sola por el bosque porque fueron grandes amigas.
María y sus compañeras formaron un club. Se llamó el "Club de las Saltarinas" y se dedicaron a cuidar los bosques para que las ardillas tuvieran un lugar donde vivir tranquilas.
MARINA MORALES MUÑOZ
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