LA HISTORIA DE GOTI

Había una vez, en un pequeño lago de España, una familia formada por tres gotas de agua. Al hijo, llamado Goti, le encantaba el fútbol. Un día estaban reunidos en la mesa para cenar.
-¿Podemos mudarnos a la ciudad para que juegue al fútbol en un equipo?- le preguntó Goti a su padre.
- Solo cuando te portes bien- le dijo su madre sonriendo.
Pasaron varios meses y la pequeña gota se fue portando cada día mejor hasta que su madre un día avisó a la familia que se mudarían a Gotilandia.
Durante el viaje Goti se sintió feliz al pensar que podría jugar al fútbol todos los días. Los primeros días de Goti en el equipo fueron duros porque cada vez que fallaba le echaban la bronca. Pasaron los meses y hubo un torneo en el que Goti en un principio no participó nada; estaba en el banquillo. Antes del torneo Goti estuvo participando y entrenando duro para ganarse un puesto en el equipo. Un día el entrenador y él tuvieron una charla al final del entrenamiento.
- No te preocupes que si sigues así serás titular seguro- le dijo el entrenador.
Al escuchar estas palabras Goti se alegró mucho.
Su equipo llegó a la final. Iban ganando 1-1 en el último momento y se lesionó un jugador. Goti salió y marcó el gol de la victoria. Al final salió a hombros del campo y fue el mejor jugador para siempre.

ALBERTO GONZÁLEZ CANO